Un Dios locamente enamorado

Si te gustan los libros sinceros, escritos más con el corazón que con la cabeza: si te sientes decepcionado de muchas cosas, pero todavía sigues creyendo en la oración: si has descubierto que la oración es y será siempre una de las más bellas y fascinantes actividades humanas: si sabes -o al menos intuyes- que el camino místico es camino de máxima fidelidad a todo lo auténticamente humano y a todos los valores de este mundo: si te has dado cuenta de que la vida interior del hombre es su mejor garantía de fidelidad a sí mismo, así como de libertad y felicidad en la tierra: si Jesucrito te entusiasma -tal vez te enamora- por su Humanidad universal, cálida y desbordante: si Dios significa para ti algo distinto -y aún mucho más- que la posible existencia de un Legislador y Juez lejano y frío: si crees que estás llamado a experimentar y gustar en tu propio corazón la presencia viva de Dios: si los graves problemas de la humanidad actual te preocupan y hasta te duelen, y eres de los que resisten a aceptar que no tienen solución: si alguna vez, al leer la Biblia, ha resonado en tu interior como un texto que se ha escrito pensando en ti, como una declaración de amor dirigida a tu propia persona…, entonces tal vez no quedes defraudado con la lectura de este libro. Su autor, Antonio López Baeza, sacerdote y poeta, ha escrito como fruto de su dedicación al ministerio de la contemplación y con el deseo de contribuir a que la Experiencia Mística -hoy más necesaria que nunca- ocupe el lugar que le corresponde en nuestra Iglesia y en nuestro Mundo.