La vida puede ser un laberinto de emociones y deseos. A veces, es fácil perderse en el caos y sentirse abrumado, hasta el punto de cuestionar el propósito de seguir adelante. Pero en esos momentos de desesperación, es el deseo, esa chispa innata que nos mantiene vivos, lo que también nos puede impulsar a encontrar un camino, a buscar un sentido.
En «Deseo», Miguel Ángel Malavia, te invita a explorar precisamente este impulso vital. Te encontrarás con Simón, un hombre cansado de vivir, con la pistola en la mano después de escribir su carta de suicidio. Pero en el último instante, algo o alguien le frena y le propone un último viaje, una inmersión auténtica en el deseo.
¿Quién o qué es esa misteriosa presencia que interviene en ese último momento? ¿Qué descubrimientos hará Simón?
Este viaje es una danza sin barreras geográficas o temporales, que te arrastra en un torbellino de pasiones humanas en busca de un anhelo con muchas caras. Desde el tormento de Van Gogh hasta el miedo de Munch, pasando por la música de Carla Morrison, Vera Lynn, Carlos Cano o Amy Winehouse, la lectura te conducirá por muchos de los puertos donde paran las emociones del alma humana que intervienen en la acción de desear «algo» o «a alguien».
Sentirás la agonía de Notre Dame ardiendo, el abismo del mal en las figuras de Mussolini y Eva Braun, el dolor de una Norma Jeane que quiere escapar de Marilyn Monroe, la utopía sin fin de un Unamuno que sigue luchando contra sí mismo incluso después de muerto o el alma anclada de un Miguel Hernández que no quiere marcharse sin abrazar a su hijo. Un viaje que también te arrastrará a la realidad cruda del presente, a lugares que parecen crucificados en la actualidad por la tragedia, como Irán, Afganistán y Ucrania.
Y en medio de esta realidad, pasada y presente, la búsqueda de Jesús de Nazaret brilla como una constante, una luz que guía a través de la oscuridad.
Es una lectura impactante y llena de sorpresas que te retará a descubrir qué es lo que realmente te llena, te mueve, y te hace ser tú. Una oda a la esperanza y a la trascendencia que reside en el deseo, desafiando la idea de que «desear» solo es una fuerza impulsiva o egoísta.