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Por el Dios del mundo en el mundo de Dios. Sobre la esencia de la Vida Religiosa

Por el Dios del mundo en el mundo de Dios

Sobre la Esencia de la Vida Religiosa

Estas páginas son una ayuda para aclarar lo característico y determinante de la Vida Religiosa, su especificidad peculiar dentro de una comunidad cristiana que ya no puede sentirse sino como comunidad igualitaria en la que nadie sea rebajado ni haya acaparamientos, privilegios, excelencias y superioridades en el común proyecto creyente. Porque, efectivamente, la Vida Religiosa necesita dar con su lugar propio eliminando la injusticia que ha cometido aplicándose y monopolizando ideales, virtudes, títulos e incidencias evangelizadoras que pertenecen a todos los crisitianos. El autor nos ofrece el término "polarización", con sus contenidos teológicos y sus iluminaciones espirituales, para situar de un modo evangélicamente correcto la especificidad de la Vida Religiosa y la de todas las demás formas de vida cristiana (presbiterial, laical, institutos seculares). Se abre así para todos la circulación de la vida en común, el calor de la tarea compartida y las mutuas correlaciones de apoyo e intercambio, sin que nadie pierda su propia identidad ni menoscabe la de los demás. Las enjundiosas perspectivas teológicas y espirituales que brotan al hilo de esta conceptualización hacen que estas páginas resulten ampliamente iluminadoras para todos los diversos miembros de la única comunidad cristiana.

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Ficha técnica

  • Año de publicación 2000
  • Editorial SalTerrae
  • Edición 1
  • Número 72 Servidores y Testigos
  • Páginas 120 Págs.
  • ISBN 978-84-293-1341-3
  • Encuadernación Rústica

Estas páginas son una ayuda para aclarar lo característico y determinante de la Vida Religiosa, su especificidad peculiar dentro de una comunidad cristiana que ya no puede sentirse sino como comunidad igualitaria en la que nadie sea rebajado ni haya acaparamientos, privilegios, excelencias y superioridades en el común proyecto creyente. Porque, efectivamente, la Vida Religiosa necesita dar con su lugar propio eliminando la injusticia que ha cometido aplicándose y monopolizando ideales, virtudes, títulos e incidencias evangelizadoras que pertenecen a todos los crisitianos. El autor nos ofrece el término "polarización", con sus contenidos teológicos y sus iluminaciones espirituales, para situar de un modo evangélicamente correcto la especificidad de la Vida Religiosa y la de todas las demás formas de vida cristiana (presbiterial, laical, institutos seculares). Se abre así para todos la circulación de la vida en común, el calor de la tarea compartida y las mutuas correlaciones de apoyo e intercambio, sin que nadie pierda su propia identidad ni menoscabe la de los demás. Las enjundiosas perspectivas teológicas y espirituales que brotan al hilo de esta conceptualización hacen que estas páginas resulten ampliamente iluminadoras para todos los diversos miembros de la única comunidad cristiana.