El evangelio de Pablo

El evangelio de Pablo

El evangelio de Pablo pretende ofrecer una aproximación al pensamiento de Pablo de Tarso, de una manera dinámica y realista, siguiendo su itinerario misionero. Se ha pretendido ofrecer un libro de suficiente rigor científico, pero al mismo tiempo se ha procurado utilizar un lenguaje asequible para los no iniciados en el lenguaje, inexorablemente esotérico, de los técnicos en la materia.

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Ficha técnica

Si, según una vieja tradición eclesiástica, hay cuatro libros neotestamentarios llamados "evangelios" (según Mateo, según Marcos, según Lucas y según Juan), aquí ya no se trata de tradición, sino del propio texto bíblico, que expresamente nos habla de un "evangelio según Pablo" (Rom 2,16). Y esto es lo que se ha querido reflejar en este libro, distanciándose en parte de las ya clásicas "teologías de San Pablo" con dos dimensiones originales. La primera es el intento de plantearse el pensamiento de Pablo de una manera dinámica y realista: por eso se le va siguiendo la pista de su itinerario misionero y se va observando cómo de la praxis, siempre nueva y sorprendente, va surgiendo constantemente una nueva perspectiva del pensamiento paulino que, sin romper jamás el cordón umbilical con el mensaje primitivo, lo va aplicando a las nuevas coyunturas que no pudieron ser "programadas" por la primitiva comunidad constituyente de Jerusalén. Y para no romper el hilo del itinerario se ha conseguido la ficción literaria de los escritos postpaulinos y deuteropaulinos, ya que la conexión con la escuela del Apóstol es tan estrecha y coherente.

La segunda novedad de la exposición se refiere al tratamiento literario de la obra. Se ha pretendido ofrecer un libro de suficiente rigor científico, pero al mismo tiempo se ha procurado utilizar un lenguaje asequible para los no iniciados en el lenguaje, inexorablemente esotérico, de los técnicos en la materia. Por eso se ha dejado para el final las justificaciones técnicas, tratadas en excursus aparte para uso de los estudiosos.

Con ello se ha pretendido superar esa divisón maniquea entre "teólogos de primera" y "teólogos de segunda" que una perspectiva burguesa de la cultura ha pretendido introducir en los planteamientos del saber moderno. Lógicamente, cuando un "teólogo de segunda" yerra o desbarra sobre una materia, es fácil descalificarlo apelando a su condicioón de intelectual inferior. Por el contrario, se ha pretendido que el "teólogo de primera" siguiera subido en la columna jónica de su autosuficiencia, ignorando las consecuencias que en terreno de la praxis puede tener un planteamiento teológico riguroso.

El evangelio de Pablo pretende modestamente superar estas contradicciones ofreciendo una alternativa al amplio espectro de cristianos (y no cristianos) interesados en asomarse directamente al pensamiento de Pablo de Tarso, sin que por ello sufran el vértigo de la distancia cronológica o del tecnicismo inabordable.