• Precio rebajado
Sentir la Iglesia

Sentir la Iglesia

Comentario a las reglas ignacianas para el sentido verdadero de Iglesia

Las reglas para sentir la Iglesia deben ser comprendidas en sí mismas, es decir, hay que intentar captar lo que a través de ellas quiso expresarnos San Ignacio al escribirlas. Desde luego, no son unas reglas desencarnadas, ni tomadas de aquí o de allá, que quieran trasmitirnos sólo principios teóricos o morales de los cuales se deriven, por pura aplicación deductiva, las actitudes concretas respecto de la Iglesia, que en todos los tiempos y circunstancias debemos tener. Se trata más bien de la trasmisión de algo vivido, elaborado en la propia experiencia, madurado y hecho objeto de una opción, por parte de un hombre que tuvo que aclararse y tomar una determinada postura personal frente a situaciones muy complejas de su época. No olvidemos que estas Reglas pertenecen a los Ejercicios y son, como todos ellos, fruto de la experiencia vivida por Ignacio, convertida en pauta orientadora para otra persona -el ejercitante- que busca a Dios a través de una experiencia personal del mismo estilo.

9,03 €
9,50 €
-5%
Impuestos incluidos
9,03 €
9,50 €
-5%
Cantidad
Cantidad

Gastos de envío (Estados Unidos)

DHL (Internacional): 30,00 €

Con seguimiento de pedido.

Pagos 100% seguros

Ficha técnica

  • Temática Ignaciano
  • Año de publicación 1997
  • Editorial SalTerrae
  • Edición 1
  • Número 15 Manresa
  • Páginas 232 Págs.
  • ISBN 978-84-293-1175-4
  • Encuadernación Rústica

Las reglas para sentir la Iglesia deben ser comprendidas en sí mismas, es decir, hay que intentar captar lo que a través de ellas quiso expresarnos San Ignacio al escribirlas. Desde luego, no son unas reglas desencarnadas, ni tomadas de aquí o de allá, que quieran trasmitirnos sólo principios teóricos o morales de los cuales se deriven, por pura aplicación deductiva, las actitudes concretas respecto de la Iglesia, que en todos los tiempos y circunstancias debemos tener. Se trata más bien de la trasmisión de algo vivido, elaborado en la propia experiencia, madurado y hecho objeto de una opción, por parte de un hombre que tuvo que aclararse y tomar una determinada postura personal frente a situaciones muy complejas de su época. No olvidemos que estas Reglas pertenecen a los Ejercicios y son, como todos ellos, fruto de la experiencia vivida por Ignacio, convertida en pauta orientadora para otra persona -el ejercitante- que busca a Dios a través de una experiencia personal del mismo estilo.