

Las plegarias que ofrece este libro no son para una lectura rápida ni para un amontonamiento de palabras sin espacios de silencio en los que la voz honda de la propia persona, del grupo o comunidad, y de Dios puedan emerger y cobrar fuerza.
Desde siempre, la tradición cristiana ha producido textos oracionales que han proporcionado a los creyentes una excelente ayuda para su oración personal y comunitaria. A esta corriente secular y caudalosa, de solidaridad fraterna en la búsqueda y el encuentro con Dios, se une este libro de plegarias.
Sólo un peligro, aunque grave, acecha a la oración con plegarias: su mera repetición mecánica, sin implicación de la persona.
También la oración con plegarias ha de hacerse con toda la persona: inteligencia, corazón y voluntad, que suelen andar entremezclados a lo largo de la oración. Lo importante es tener en cuenta que la buena oración no puede quedarse en meros razonamientos, sentimientos o decisiones: hacen falta las tres cosas, con predominio de una u otra, según los momentos.
Las plegarias que ofrece este libro no son para una lectura rápida ni para un amontonamiento de palabras sin espacios de silencio en los que la voz honda de la propia persona, del grupo o comunidad, y de Dios puedan emerger y cobrar fuerza.
Ficha técnica