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Los personajes bíblicos de la Cuaresma y del tiempo de Pascua

Los Los personajes bíblicos de la Cuaresma y del tiempo de Pascua

Lectio divina

"Un personaje bíblico no solo muestra las exigencias que le dirige a él la Palabra de Dios, sino también las reacciones humanas a ella, las dificultades de la acogida, los rechazos parciales, la respuesta generosa. Un personaje bíblico ayuda a entrar en la trama entre voluntad de Dios y voluntad del hombre, en su encuentro y desencuentro, en el cambio de mentalidad y de comportamiento que exige la Palabra. Es decir, nos ayuda a introducirnos en la comprensión de aquello que debe ser considerado el drama fundamental del hombre, el drama de su salvación, más o menos percibido, el drama de una llamada, de una invitación a mirar no solamente al aquí y ahora, sino a lo que aún no existe; no solo al hoy, sino al mañana; no solo a lo que se muestra, sino a lo que se oculta.Es un consuelo recorrer el camino de la Cuaresma y del tiempo de Pascua en compañía de figuras como Abrahán y Moisés, el anónimo Siervo del Señor, la Samaritana, Marta y María, los discípulos y las discípulas que se encuentran con el Resucitado... Es un verdadero desafío tenerlas precisamente al lado, confrontarse con su testimonio, competir con sus dones de fe, hacer latir el propio corazón al unísono con su corazón y con el corazón de Dios.Buena lectio sobre los personajes bíblicos de los dos tiempos cen trales del año litúrgico, con el deseo de llegar a ser con nuestra vida una viva lectio para los demás" (tomado de la "Introducción a la edición española").

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Ficha técnica

  • Año de publicación 2012
  • Editorial SalTerrae
  • Edición 1
  • Número 311 El Pozo de Siquén
  • Páginas 248 Págs.
  • ISBN 978-84-293-2046-6
  • Encuadernación Rústica

"Un personaje bíblico no solo muestra las exigencias que le dirige a él la Palabra de Dios, sino también las reacciones humanas a ella, las dificultades de la acogida, los rechazos parciales, la respuesta generosa. Un personaje bíblico ayuda a entrar en la trama entre voluntad de Dios y voluntad del hombre, en su encuentro y desencuentro, en el cambio de mentalidad y de comportamiento que exige la Palabra. Es decir, nos ayuda a introducirnos en la comprensión de aquello que debe ser considerado el drama fundamental del hombre, el drama de su salvación, más o menos percibido, el drama de una llamada, de una invitación a mirar no solamente al aquí y ahora, sino a lo que aún no existe; no solo al hoy, sino al mañana; no solo a lo que se muestra, sino a lo que se oculta.Es un consuelo recorrer el camino de la Cuaresma y del tiempo de Pascua en compañía de figuras como Abrahán y Moisés, el anónimo Siervo del Señor, la Samaritana, Marta y María, los discípulos y las discípulas que se encuentran con el Resucitado... Es un verdadero desafío tenerlas precisamente al lado, confrontarse con su testimonio, competir con sus dones de fe, hacer latir el propio corazón al unísono con su corazón y con el corazón de Dios.Buena lectio sobre los personajes bíblicos de los dos tiempos cen trales del año litúrgico, con el deseo de llegar a ser con nuestra vida una viva lectio para los demás" (tomado de la "Introducción a la edición española").