Javier Muguerza
catedrático de Ética de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, discípulo muy cercano a José Luis López Aranguren, es el más denodado mantenedor entre nosotros de la irreductibilidad de la conciencia ética. Su profesión de increencia nunca ha disminuido su interés por el diálogo con los creyentes y por una comprensión correcta del cristianismo; algo ya conocido por su anterior ponencia en el Foro de 1994, «La profesión de fe del in-creyente. Un esbozo de (anti)teodicea» (Iglesia Viva 175/176, 1995, pp. 7-36).