Christian Herwartz SJ
La trayectoria del alemán Christian Herwartz como jesuita no parecía predisponerle a entrar en el mundo de la espiritualidad ignaciana. Sacerdote obrero por opción, primero en Francia y luego muchos años en una gran empresa metalúrgica de Berlín, a escasos metros de la cicatriz del muro berlinés, en un entorno de procedencia mayoritariamente turca, donde unos pocos jesuitas han mantenido las puertas y el corazón abiertos a las personas que llegaban a su comunidad con cualquier tipo de marginación.
Miembro asiduo del grupo europeo de Misión Obrera jesuítica, participante constante en muchas iniciativas sociopolíticas por una sociedad más inclusiva, experto por vivencia propia en la colaboración interreligiosa en pro de la paz y la justicia, acompañante del grupo de “religiosos/as contra la exclusión” y las “comunidades de voluntariado jesuita”, su trabajo y vida han ido modelando su experiencia espiritual hacia una profunda valoración de la dignidad sagrada de cada persona, sea cual sea su estigma social, que llama a “descalzarse” ante ella y a aproximarse “a pie desnudo” para descubrir de nuevo encarnada la presencia del Dios vivo.
A partir de su prejubilación, ha ido encontrando espacio para explorar retrospectivamente los caminos recorridos con tanta gente amiga y sacar así a la luz la decisiva imbricación de la experiencia espiritual y el compromiso social.