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La comunión de los santos

Comunion De Los Santos

La Comunione Dei Santi


La fe en la comunión de los santos y la práctica que origina llevan estos anhelos de solidaridad hasta unas metas que el hombre, por sí solo, jamás habría podido imaginar, porque tales anhelos quedan asentados en una promesa, en un cumplimiento ya realizado (aunque aún no plenamente consumado) y en un destino ratificado por el Amor fiel, de cuyas manos no pueden ser arrebatados.

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Ficha técnica

  • Año de publicación 1997
  • Editorial SalTerrae
  • Edición 1
  • Número 1 Alcance
  • Páginas 112 Págs.
  • ISBN 978-84-293-0757-3
  • Encuadernación Rústica

"La comunión de los santos nos une con Cristo, del cual, como Fuente y Cabeza, dimana toda la gracia y toda la vida del mismo Pueblo de Dios". (I>Lumen Gentium, 50).De este modo, el Vaticano II reasume una larga tradición de los padres de la Iglesia, que veían en la realidad de la Communio sanctorum no una verdad particular y aislada, sino un principio sintético capaz de sostener y estimular el conjunto de la experiencia cristiana.En ella veían confluir la presencia de todo lo santo -el designio salvífico del Padre, su realización por Cristo, el Señor, y su continua dinamización por el Espíritu-, y al mismo tiempo la concreción de estos dones divinos en la comunidad eclesial que los recibe en el gozo y la alabanza, ante todo para dejarse configurar por ellos, pero también para ofrecer a toda la humanidad un seno fecundo en el que puedan hacerse realidad los perpetuos deseos del ser humano - por tantos motivos, de tantos modos y tantas veces frustrados- de llegar a ser él mismo y de participar con los demás en una verdadera comunión de vida.La fe en la comunión de los santos y la práctica que origina llevan estos anhelos de solidaridad hasta unas metas que el hombre, por sí solo, jamás habría podido imaginar, porque tales anhelos quedan asentados en una promesa, en un cumplimiento ya realizado (aunque aún no plenamente consumado) y en un destino ratificado por el Amor fiel, de cuyas manos no pueden ser arrebatados.